
Si la tarde enamorada de la luna que la vio nacer, llevara corona de flores, como manto de su cortejo,entonces ni una ni otra hablarían de un adios.
Miradas pares,atónitas y alegres por tanta belleza, festejaban aquel rato de elocuente color
Si la tarde enamorada de la luna que la vio nacer, llevara corona de flores, como manto de su cortejo,entonces ni una ni otra hablarían de un adios.
Miradas pares,atónitas y alegres por tanta belleza, festejaban aquel rato de elocuente color
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